Una palma y un puño
de una misma mano
e impulsos distintos
que se conjugan y conmueven
en armoniosos movimientos.
Ambos sobre un rostro,
batiéndolo de rojo
o enjugándolo con paños,
para borrar heridas de muerte
o derramar venganzas sangrientas.
Una sola mano que se levanta
en sentidos totalmente opuestos,
circunscrita a la circunstancia,
sujeta a movimientos siniestros,
a pasividades tersamente profundas.
Dos sentimientos en la mano izquierda,
en la otra, un solo impulso,
hipergráfico y desgraciado,
borrado de sí mismo, voluntarioso,
desengañado y perfectamente olvidado de sentido.
Erik S.G.P.
-21-VII-'08-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario