Un día despertó con la espalda mojada,
miraba al cielo y el mundo vueltas le daba,
un carrusel era el suelo inestable,
dando tumbos caminó largo trecho,
sin rumbo ni meta llego a casa por magia,
muerto de miedo pues nada recordaba,
en un parpadeo sus días pasaban,
los intermedios eran suspiros inciertos,
y sin percatarse de nuevo otro día,
volvió a despertar con la espalda empapada...
Erik S.G.P.
-30-X-'10-
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