Puse mi vida en peligro por aferrarme a un sentimiento que no comprendía
y que aún me domina sobre todo por las mañanas.
Su recuerdo me llena el alma de una calidez que se torna en un frío de infierno
cuando me percato que todo entre nosotros ha terminado.
Me ha pedido que la olvide, que sea feliz y continúe con mi vida,
me lo ha dicho en un abrazo envuelto en llanto.
Me ha dicho que fui lo mejor que pudo pasarle en su vida y que merezco algo mejor,
pero en mi pecho no encuentro más que confusión y tristeza.
¿Cuánto tiempo más seguirán siendo así mis tristes e inútiles días?
¿Cuánto tiempo más puedo prolongar este sufrimiento?
¿Cuánto tiempo más estaré dispuesto a esperarla?
¿Cuánto tiempo más tardaré para comenzar a disfrutar la vida?
Sólo es cuestión de tiempo, me han dicho con tranquilidad mis amigos,
pero en lo más hondo de mi pecho, sigo esperando a que vuelva y nos amemos.
Erik S.G.P.
-08-XII-'11-
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