Niña de Venus que viajas lejana
surca en mi cielo tu estrella fugaz
y lleva consigo el aroma en tu cuello
que llena mi pecho de etéreo placer.
Niña divina de estrellas y mar
que dulce domina mi eterno rondar
por parajes y lares buscando el consuelo
de hallarte y besarte la frente y los pies.
Niña preciosa tú llenas mi vida
con tu silueta y tu forma de hablar;
haces que días enteros de Infierno
valgan la pena por verte una vez más...
Erik S.G.P.
-26-I-'12-
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