Hay tantas cosas que me gustan de ti, tantas,
que no sabría por dónde comenzar a enumerarlas.
No sabría si empezar por tu manera de mirar
o por la forma en que me besas y abrazas.
No sé si tal vez me guste más escuchar tu risa
u observarte caminar a unos pasos frente a mí
para ver la armonía de tu silueta juguetear
con la armonía perfecta de tu cabello travieso...
Qué decir de tu aroma, esa fragancia maravillosa
que provoca en mi pecho una sensación de paz
y una excitación que sólo es controlable
por el peso de tu firme carácter, mi bella mujer.
También me enloquece ese rincón tuyo en el cuello
que quisiera morder y besar todo el día
pues ahí escondes secretos y lágrimas perdidas
que cuentan tu historia, tu olvido y tus días.
Adoro la forma en que la piel se ajusta a tus manos,
tus bellos nudillos tan puntiagudos y delicados,
tan suave esa piel que acaricia mi rostro
y muestra también tu firmeza y tu fuerza interior.
Hay tantas cosas tan bellas que escondes muy bien,
esas son las que más me gustan de ti,
pues en descubrirlas con tiento y paciencia
disfrutarte es más bello que toda tu belleza de reina y mujer...
Erik S.G.P.
-25-VII-'12-
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