Levanta la cabeza y ríe
porque estamos hechos de lujuria
y de pasos contundentes
entre espasmos de locura.
Agacha la frente y pasa de largo
que un saludo frívolo e inocente
puede convertirse en explosión
y molernos con protones viscerales.
No te vayas tanto tiempo, no de nuevo,
no me dejes solo y abandonado
otro par de eternidades, desahuciado,
que muero de a poco si me falta tu abrazo.
Regresa de vez en cuando, y explota,
haz tormenta en mis labios,
exprime mi fuerza, desgarra mis manos,
no seas tan mala, acompáñame, un rato...
Erik S.G.P.
-2-VIII-'08-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario