¿Con qué se come? Sólo recuerdo haber sentido siempre mucho más empatía por lo que nos enseñaron culturalmente que deben ser las mujeres en contraposición con el dogma de lo que caracteriza a un hombre. Que esto no me salvó de la misoginia, concedido. Pero de este último mal nadie se salva. Ahora que para rescatar a este demonio el cancerbero por excelencia resultó ser la homofobia y sus excelentes armas de violencias múltiples y coloridas para sustentar el poder masculino, mismo que no es para nada el poder del hombre, sino el de las instituciones patriarcales. Varios temas expuestos en la mesa, prestos para discusiones posteriores y alternativas.
Identidad de género: esa cosa que uno descubre por ahí de la pubertad y oculta a capa y espada en esa sufrida, temida y común cárcel que todos conocemos como clóset. Hasta para declararse buga hay que darse valor. No vaya a ser que lo tachen de violento y homolesbotransbifóbico. ¡Qué palabrota! Yo soy abiertamente una lesbiana feminista felizmente atrapada en el cuerpo de un hombre, y me lo han criticado. De plano no sólo no me van los hombres, tampoco me van las mujeres que buscan convertirse en estereotipos de dogmas arcaicos conocidos como la mujer ideal y esas cosas. Siempre termino sintiendo una terrible atracción por mis amigas lesbianas y/o feministas. Alguna vez le puse un condón a un vibrador y exploré mi cuerpo. No encontré satisfacción alguna. Probablemente mi próstata haya dejado de funcionar antes de haber llegado a los cuarenta y seguramente antes del dildo, porque de plano no encontré dónde estimularla. Pensando que tal vez no gozaba de experiencia suficiente, salí a la calle a buscar ayuda y Jennifer se ofreció a encaminarme hacia nuevos horizontes que jamás pude descubrir. Estoy vetado para el asunto.
Al cabo todas y todos nos gestamos primero como mujeres. El cromosoma Y es una deformidad genética del cromosoma X. Y por este accidente cósmico-biológico-evolutivo, muchas mujeres permanecemos atrapadas culturalmente en cuerpos de hombres. Algunas lo disfrutamos, otras no. Ya saben, las tres T's. Me pregunto cuándo irá a terminar la guerra de identificaciones y el escándalo ante nuevas autodefiniciones transgenérico-culturales. Mi esperanza es que el camino vea luz a partir de la reconcepción y transformación de lo que hoy conocemos como tolerancia, dejando de soportarnos unos a otros para empezar a aceptarnos sin cuestionamientos ni juicios inmediatos. Un poquito de Tojolabal no le hará daño a nadie...
Erik S.G.P.
-17-IV-'09-
Identidad de género: esa cosa que uno descubre por ahí de la pubertad y oculta a capa y espada en esa sufrida, temida y común cárcel que todos conocemos como clóset. Hasta para declararse buga hay que darse valor. No vaya a ser que lo tachen de violento y homolesbotransbifóbico. ¡Qué palabrota! Yo soy abiertamente una lesbiana feminista felizmente atrapada en el cuerpo de un hombre, y me lo han criticado. De plano no sólo no me van los hombres, tampoco me van las mujeres que buscan convertirse en estereotipos de dogmas arcaicos conocidos como la mujer ideal y esas cosas. Siempre termino sintiendo una terrible atracción por mis amigas lesbianas y/o feministas. Alguna vez le puse un condón a un vibrador y exploré mi cuerpo. No encontré satisfacción alguna. Probablemente mi próstata haya dejado de funcionar antes de haber llegado a los cuarenta y seguramente antes del dildo, porque de plano no encontré dónde estimularla. Pensando que tal vez no gozaba de experiencia suficiente, salí a la calle a buscar ayuda y Jennifer se ofreció a encaminarme hacia nuevos horizontes que jamás pude descubrir. Estoy vetado para el asunto.
Al cabo todas y todos nos gestamos primero como mujeres. El cromosoma Y es una deformidad genética del cromosoma X. Y por este accidente cósmico-biológico-evolutivo, muchas mujeres permanecemos atrapadas culturalmente en cuerpos de hombres. Algunas lo disfrutamos, otras no. Ya saben, las tres T's. Me pregunto cuándo irá a terminar la guerra de identificaciones y el escándalo ante nuevas autodefiniciones transgenérico-culturales. Mi esperanza es que el camino vea luz a partir de la reconcepción y transformación de lo que hoy conocemos como tolerancia, dejando de soportarnos unos a otros para empezar a aceptarnos sin cuestionamientos ni juicios inmediatos. Un poquito de Tojolabal no le hará daño a nadie...
Erik S.G.P.
-17-IV-'09-
1 comentario:
yo soy la tipica chica que se lleva mejor con hombres, mis relaciones con mujeres son algo torpes.
No me considero un hombre atrapado en este cuerpecito (definitivamente no cabria) pero recuerdo que disfrutaba mi niñez... juegos bruscos con niños aun mas violentos que yo, peleas donde terminaba en el piso, las palizas que les daba a quienes me molestaban jajaja recuerdo que alguna vez fui a parar a la dirección jajaja que buenos tiempos, si eso sucediera ahora, probablmente me tacharian de "marimacha" ja asi no se comporta una jovencita...
Publicar un comentario