Despierta temprano, báñate, desayuna lo que te gusta, ve a trabajar y sonríe a todos, incluso a quienes no son de tu agrado; a ellos salúdalos mejor. Haz lo que te corresponde, disfrútalo y aprende. Ve a comer con quien sea, con amigos, extraños, con quien sea, pero asegúrate de compartir tu tiempo para comer con otro ser humano. Ríe a carcajadas, abraza a todo el mundo, ama plenamente y perdona a quienes no pueden amarte. Sobre todo, perdónate tú por tus errores y aprende a no cometerlos de nuevo. Espera un rato a quienes quieres ver y aprende a partir cuando te dejan esperando. Camina con la frente en alto y deséale un buen día, una buena tarde y una buena noche a todos los que se crucen en tu camino. Tal vez ellos no pasen un buen día una buena tarde e incluso tal vez tengan una muy mala noche, pero tú te sentirás bien contigo mismo a todas horas. Cuando no sepas qué hacer, no hagas nada. Espera a que tus emociones se apacigüen y después escucha a tu corazón, sigue su consejo pues Dios te hablará al corazón, no al oído. Trabaja por las mañanas y dedícale las tardes a tu familia y a tus amigos. Entiende que las noches son para dormir. Si vas a desvelarte, procura que sea con tu persona favorita. Viaja, conoce lugares y gente interesante. Llena tu espíritu, los bolsillos siempre van a quedar vacíos. No dejes de hacer lo que te gusta porque tienes poco dinero; sólo necesitas tener ganas de hacer las cosas. Ve al cine y disfruta la película, deja que la pantalla te cuente la historia. Si extrañas a alguien llámalo. Si te pidió que no llamaras más, respeta sus deseos. Calla la mayor parte del día, escucha con atención, con los oídos, con los ojos, con la piel, con toda el alma, pero escucha. Mide bien tus palabras y bajo ninguna circunstancia pidas perdón ni disculpas. Responsabilízate. No dejes que el enojo de alguien más enturbie tu alma. Escúchalo, déjalo que haga catársis, trata de ser empático; tal vez un día necesites que alguien te comprenda a ti. Ama sin esperar nada a cambio; el amor no se recibe ni se exige, se otorga ciegamente y el Cosmos se encarga de todo lo demás. Enseña lo que has aprendido, lleva paz y armonía a tu casa. Enfrenta y disfruta tu vida, disfrútala al máximo. Comparte tu maravillosa sonrisa y tu alegría con el mundo que te rodea, a todos nos hace falta tener en nuestras vidas a una persona como tú, dispuesta a vivir como sea, a ser felices a toda costa y en todo momento. El mundo te necesita y tú necesitas de todos. Vive al máximo y procura disfrutar vivir, que esta vida se va en un parpadeo y para hacerla valiosa es necesario ser feliz.
Erik S.G.P.
-26-XII-'13-
1 comentario:
que hermosos y ciertos pensamientos. Eso debemos hacer
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